Tolerancia cero para corruptos

Escrito por el Ago 27, 2018

Por Francisco Verdayes Ortiz
#RadarPeninsular

Seis magistrados conforman el Tribunal de Justicia Administrativa de Quintana Roo que, aunque todavía se encuentra en instalación, ya están listas las cuatro salas y se están llevando los primeros casos.

Con el surgimiento el Sistema Nacional Anticorrupción para sancionar a servidores públicos y particulares por actos graves de corrupción, también se creó en el estado, como en las otras 31 entidades federativas, el Tribunal de Justicia Administrativa.

La presidente magistrada Mónica de los Ángeles Valencia Díaz, explica a Radar Peninsular que la justicia administrativa sí existía en Quintana Roo pero como materia, no un tribunal, por lo que fue necesario crearlo a fin de que se diera la armonización.

Egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la magistrada presidente comenta que el combate a la corrupción implica tomar medidas coordinadas con el Sistema Nacional para prevenir, pero también castigar a los corruptos.

“Tenemos dos vías: una es la penal, que es lo que más se conoce, y que muchas veces se confunde con la Fiscalía Anticorrupción; eso es cuando un acto constituye un delito e implica irse por la vía penal, pero en el caso administrativo es totalmente diferente”, detalló.

Del mismo modo, explicó que hay dos formas para juzgar los actos de corrupción no graves: el primero conlleva un procedimiento ante los órganos de control interno, llamadas en antaño contralorías. El segundo es la nueva vía, en la que interviene un órgano de instrucción, de investigación, integrador, y una vez que ya está todo el expediente, se califica si existe la falta grave en cosas como cohecho, tráfico de influencias, y otras tipologías que llegan ante ellos para valorar y, en su caso, imponer la sanción que básicamente es la inhabilitación y la restitución de lo que indebidamente se hubiere dispuesto.

De manera muy simple, ¿cuál es la diferencia entre la Fiscalía y la labor que realiza el Tribunal de Justicia Administrativo?
Lo voy a decir muy coloquial, porque es como la mayoría lo entenderíamos: en una vía (la Fiscalía) van a meter a la cárcel a los corruptos, y en la otra (el Tribunal de Justicia Administrativo), los vamos a inhabilitar para que ya no puedan integrarse y cometer otro delito, además de la restitución de los recursos que también se maneja en la vía penal, dentro de la reparación del daño, que es lo que se ha estado utilizando.

Magistrada, la opinión pública tiene la percepción de que no se actúa con severidad ante los corruptos…
La justicia actualmente habla de derechos humanos, y no es porque sea flexible sin razón, sino porque se está priorizando lo que es la justicia restaurativa en el ámbito penal; en cambio, en el ámbito de nosotros no. Sin embargo, también aplica la presunción de inocencia y eso obliga a que las instancias sean muy cuidadosas de integrar correctamente sus procedimientos. De manera que el reto para los Tribunales de Justicia Administrativa será justamente actuar en este equilibrio. No es que establezcan impunidad, es que tienes que ser muy cuidadoso de cumplir con la ley, y en eso se resume el quehacer de las dos instancias.

¿Y qué le preocupa más, que los metan a la cárcel o que los inhabiliten?
Yo creo que de manera virtuosa nos deberían preocupar las dos. Vulnerar la confianza que han puesto en mí para un servicio público es muy delicado, pero son otros tiempos. Yo soy de la vieja guardia y el honor para mí es algo muy importante, quizá porque tengo abuelo militar. Hay mucha gente que se pasa de lista y es un logro para ellos pasarse de listos.

El que no tranza no avanza, dicen, pero eso es muy triste, yo creo que no debemos pensar así… Eso es grave.

¿Qué tan riesgoso es ser la presidente del Tribunal de Justicia Administrativa?
Pues esa es la gran pregunta que traemos los 32 presidentes en el país y también el federal. Créame que como esto está en construcción, es algo que sí implica tener mucho valor, no solo para los presidentes, sino para todos los magistrados. Y sí, en algún momento tendrá que trabajarse en cuanto a la protección de los jueces como ocurre en cualquier materia.

La abogada de “piel dorada y sangre azul”, por aquello de ser Puma de la UNAM, agradece que la convocatoria haya tenido perspectiva de género y apunta: “Tu género no hace tu capacidad, pero sí muchas veces hay ambientes en donde tradicionalmente solo participan hombres”.

Usted ya está en funciones, usted ya tiene casos…
Ya estamos en funciones y ya tenemos casos.

¿Y podemos saber algunos de estos casos o se maneja con discreción?
No podemos dar datos concretos de personas por la presunción de inocencia.

¿Qué tan corruptos somos en Quintana Roo?
¡Ay!, esa sí es una pregunta muy difícil… Me parece que sí hay bastante y es en lo que tenemos que trabajar, para romper esa sinergia.

SU TRAYECTORIA
Mónica de los Ángeles Valencia Díaz es egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México. Con 17 años de carrera profesional, Mónica Valencia ganó por convocatoria ser la magistrada presidente del Tribunal de Justicia Administrativa. Litigó durante ocho años en la Ciudad de México, de donde es originaria; ingresó al Tribunal Superior de Justicia y lo hizo como actuaria, es decir, trabajando en la calle y tocando puertas.



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