Mañana El Santo «Enmascarado de Plata” cumpliría 100 años de edad.

Rodolfo Guzmán Huerta, nació el 23 de septiembre de 1917 en Tulancingo, Hidalgo, y se desempeñó como luchador profesional de 1942 a 1982, periodo en el cual jamás perdió su máscara.

En su honor se han dado diversos homenajes para celebrar los 100 años de su nacimiento, hombre que diera vida a un luchador que alcanzó la etiqueta de superhéroe.

El Santo no sólo fue motivador de emociones al máximo por sus aventuras fílmicas sino objeto de estudio como lo sustenta Álvaro Fernández, quien lo hizo motivo de su tesis. Años más tarde, en 2012, se convirtió en una edición del Colegio de Michoacán.
En 2004 Cartoon Network transmitió «El Santo contra los clones», una serie breve de episodios cortos animados en los que «El Enmascarado de Plata» nos defendía contra seres monstruosos.
«Podría decir, sin temor a equivocarme, que El Santo fue un elegido del universo, de Dios, porque todo lo que él hacía lo hacía bien y todo funcionaba” mencionó el descendiente de “El Santo”

Recordemos la memorable entrevista de Jacobo Zabludovsky, en enero de 1984, cuando en televisión a nivel nacional El Santo descubrió por primera vez su rostro, causando un shock en el colectivo mexicano.

«Rodolfo para mí fue un gran ser humano, un hombre que cumplió todos sus sueños, sus metas, todo lo que se propuso, un hombre ejemplar. El Santo existió gracias a Rodolfo Guzmán, porque si lo hubiera personificado otra persona quizá no hubiera tenido el éxito que tuvo en las manos de Rodolfo Guzmán Huerta”, añadió el hijo del Enmascarado de Plata.

Luchador, actor, padre, superhéroe y hasta domador de elefantes, El Santo vivió luchas épicas ante rivales como Black Shadow, Espanto I, Perro Aguayo y otros, en una carrera que lo llevó a ser considerado el mejor luchador mexicano de la historia

El 5 de febrero de 1984 murió de un infarto de miocardio después de una actuación en el Teatro Blanquita. Al día siguiente fue sepultado en Mausoleos del Ángel ante una multitud que se dio cita, así como un grupo de luchadores, entre ellos Black Shadow y Blue Demon, quienes cargaron el ataúd con sus restos.

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