Luego del 7 a 1, Honorable la derrota del Maracana

Escrito por el Jul 9, 2014

El sonido del silencio que se hizo eco en el Maracaná después de la derrota de 1950 parecía inexplicable para los que dan testimonio de ese momento, hasta ayer, cuando una explosión de goles alemanes llenó de un aniquilador silencio el Mineirão. Después de casi siete décadas condenados al limbo, las almas de los subcampeones, al fin podrán descansar. A lo largo de los 90 minutos en el que las ilusiones del hexacampeonato se hicieron añicos contra la realidad, la tragedia de 1950 se convirtió sin duda en una derrota honorable.
Luego de la remodelación del Maracana, gracias a una ingeniería cuestionable, o al hecho de que la selección Brasileña no disputó ningún partido en el mítico estadio durante esta Copa del Mundo, estos cambios en el diseño original representan la perdida de la identidad futbolistica de Brasil.

Incluso el reencuentro de la Verdeamarela con el Maracaná estaba condicionado a que fuese en la Final de la Copa del Mundo Brasil 2014, siendo anfitriones como en aquel 1950, y borrar ese recuerdo, sin embargo, en el campo y en las gradas, Hoy, lo que era único… se convirtió en más de lo mismo. Quién trata de redescubrir los túneles y los caminos conocidos a la gloria, se siente sepultado por la propia memoria. Es el momento de la difícil tarea de volcar los escombros.

En una Copa donde Brasil no jugó nada del primero al ultimo partido, los jugadores deben verse a si mismos como la consecuencia y no como la causa de la aflicción. Todos lucharon hasta el máximo de sus limitaciones, algunos sucumbieron a llorar, pero todos, igual que el resto del mundo, cayeron en la cuenta de que Brasil ya no tiene la fuerza para competir entre los mejores.

La reacción ante el primer gol dejó la impresión de que el equipo brasileño no creía en sí mismo, Sólo hacía falta un golpe para que el equipo se derrumbase táctica, técnica y emocionalmente. La podredumbre de las estructuras comienza en las instituciones que ordenan el fútbol brasileño.

Además de la campaña mediocre, la eliminación deja lecciones y números cabalísticos. El período entre una y otra Copa celebrada en Brasil es igual al número de juegos en este Mundial y el año del golpe de estado que cumplió medio siglo en el pasado mes de abril. Brasil 1950 a 2014 = 64 Años, 1964 fue el año del golpe de Estado contra João Goulart.

Ya que el viejo Maracaná no está aquí para contar la historia, y luego de 64 años de injusticias contra los subcampeones de 1950, es el momento de dejarlos descansar, la mayor vergüenza en la historia para el equipo del «jogo bonito» ha venido a reemplazar aquellos recuerdos.

Fuente: Globo de Brasil.

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