La enorme flor que huele a muerto y que muchos hacen fila para ver
Escrito por Radio Turquesa el Dic 29, 2015
Huele a pescado podrido, se demora 10 años en crecer y sólo 48 horas en morir, pero la gente hace fila para verla.
Es la «flor cadáver», o Amorphophallus titanum, también conocida como la flor «más grande del mundo», ya que mide más de 2 metros de altura.
Y el lunes floreció su último botón, en el Jardín Botánico de Mount Lofty, en el sur de Australia.
«Cuando abrí la puerta esta mañana casi me desmayé. El olor era demasiado fuerte», cuenta Matt Coulter, curador del jardín.
El curador, que ha cuidado la planta por ocho años, contó que estaba «eufórico» cuando vio que esta florecía por primera vez.
«Es fantástico. No pensé que iba a florecer», agrega Coulter.
Mide dos metros y muere en 48 horas.
La flor brotó hace dos semanas y tras florecer se espera que colapse en 48 horas.
«Viene de Sumatra (isla en Indonesia), así que la hemos mantenido temperada en invierno y fresca en verano, manteniendo la humedad alta», explica Coulter sobre su cuidado.
La flor cadáver no puede polinizarse por sí misma, así que atrae a abejas del sudor o escarabajos carroñeros que viven en cadáveres de animales.
En su ambiente natural, son estos animales los encargados de transportar el polen de una flor a otra.
Filas de visitantes han acudido al jardín botánico para ver –y oler- la flor, desde que el Jardín Botánico de Mount Lofty la pusiera en exhibición el lunes.
Pero la de Australia no es la primera ni será la última, También floreció en Bélgica en julio de 2013
En junio de este año, cuando el Jardín Real de Edimburgo vio florecer su ejemplar, el corresponsal de la BBC en Escocia, Huw Williams, la describió como «una vara blanca alta, que se empina hasta lo alto del techo del invernadero, rodeada de un collar púrpura».
Literalmente, el nombre de su especie significa «falo amorfo titánico».
En 2003 el Jardín Botánico de Bonn, en Alemania, mostró el ejemplar más alto del que se tiene registro, con 2,74 metros.
Y en 2011 el de Minas Gerais, en el este de Brasil mostró el primer ejemplar en América Latina.
Y en agosto de este año otro ejemplar fue la mayor atracción del Jardín Botánico de Chicago, en pleno verano.