¿Estamos comiendo sanamente?

Por Alma Conde
#RadarPeninsular

¿Te encuentras en una etapa de “comer sano”? ¿Realmente crees que lo que comes es “sano”? Muchos de nosotros simplemente tenemos vagos conocimientos de las cualidades, beneficios y contraindicaciones de los alimentos.

Quizá, porque no somos nutriólogos y solo nos quedamos con la información “por encimita”. Pero algunas veces eso no basta y hay que considerar investigar un poco más.

Por ejemplo, hace poco me encontraba platicando con mi amiga, la Dra. Ana Lilia Martínez que tiene especialidad en bariatría y me decía que la avena preparada de cierta manera, podría causar daños severos… ¿¡Qué!?

Desde los tiempos de mi abuelita, mi madre me cuenta que de niña comía avena con leche por las noches. Cualquiera podría decir que es la cena perfecta. Sin embargo, la doctora Ana Lilia me decía que es más bien una bomba que difícilmente podría procesar y digerir nuestro cuerpo y menos cuando está dormido.

Según nos explica, primero, porque siendo el cuerpo humano el único ser vivo sobre la faz de la tierra que toma leche de otro ser vivo, no es capaz de asimilar una enzima que se llama lactosa, solo es capaz de asimilarla en su etapa infantil y justo cuando un niño deja de ser amamantado por la madre, esa capacidad se pierde, simplemente porque ya no la necesitamos. Y por otro lado, la avena es un cereal que mal preparada puede causar obstrucción intestinal y estreñimiento severo, caso contrario de lo que debería suceder, ya que es una fibra natural que lo que hace –bien preparada- es justamente regular el tracto digestivo, limpiarlo y nutrirlo.

La doctora me sugería no consumir avena cruda y remojarla en una solución ácida, como el limón o vinagre de manzana de 12 a 24 horas. Eso evitará además de las consecuencias antes mencionadas, que nuestros intestinos se inflamen o produzcan gases.

Otro de los alimentos que normalmente consideramos nutritivos por excelencia es la zanahoria, ¿cierto? Bueno, pues la doctora también me dijo que si la coces, su índice glucémico (azúcar) aumenta considerablemente y en vez de que te haga un bien, te hace engordar; además, si la coces en exceso –este o cualquier otro alimento-, pierde casi en su totalidad los nutrientes que pudieras haber aprovechado. ¿Qué loco no?

¿Entonces cuál es la sugerencia de la doctora? Lo mejor es tratar de comer todas las verduras y vegetales posibles en su estado crudo. Claro, hay algunas que sencillamente no se pueden comer así, pero en estos casos, lo mejor es cocerlas al vapor o también pueden ser horneadas. Además, al igual que las carnes, las verduras pueden ser selladas para que aún estén jugosas en su interior y sus nutrientes aún presentes.