El descubrimiento de la Reina Roja

En el año 1994, una joven arqueóloga se quedó totalmente sorprendida ante un sarcófago con los huesos femeninos que descubrieron. De huesos rojos por el polvo metálico de cinabrio usado por los antiguos mayas, como si trataran de evocar la sangre de la vida en la muerte.

El esqueleto rodeado por toda una colección de más de mil piezas, collares de jade, perlas, agujas de hueso y conchas y a extremos del sarcófago un adolescente y una mujer, los cuales se supone, fueron sacrificados para acompañar a la mujer al viaje final.
¿Pero quién fue esta mujer para tener ese honor? “La bautizamos como la Reina Roja de Palenque, esto debido al color de sus huesos”, comento la arqueóloga Fanny López, del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, la cual encabezo las excavaciones de la tumba, en el corazón de una pirámide en la plaza principal de Palenque.

La Reina Roja a la que corresponde el nombre de Tzakbu Ajaw, fue esposa del gran gobernador Pakal II, el más importante rey maya. A primera vista, los restos óseos de la mujer, cuya estatura era de 1,54 metros, alta para aquella época, se concluyó que el hecho de haber encontrado los tobillos muy juntos indicaba que había sido amortajada, además de tener el cráneo deformado. Sin embargo, el cráneo deformado era una característica de la mayoría de la población enterrada en la antigua ciudad de Palenque. Las deformaciones eran consideradas símbolo de belleza, es por ello que al nacer utilizaban vendas y tablillas para hacer la deformación del cráneo.
La Reina Roja no era nacida en Palenque, es por ello que encajo perfectamente con la biografía de Tzakbu Ajaw, quien murió en 672. La Reina murió a la edad de 60 años, debido al problema de osteoporosis avanzado. Y después de su muerte nada volvió a ser igual, la civilización maya cayó en un desastre ecológico unido a las guerras y luchas dinásticas y fueron los culpables del éxodo de las grandes ciudades mayas.